Descripción del curso:
La iglesia de hoy no puede ser la misma de hace cuarenta años y tampoco de hace diez años, y en poco tiempo tampoco será igual a la de hoy. Nos cuesta hacer los cambios que se necesitan en este tiempo. Cambios en la manera de comunicar el evangelio, en la manera de hacer iglesia y de construir comunidades, y en el estilo de liderazgo.
La relevancia no se trata de ser genial, creativo e inteligente; se trata de la capacidad de conectar. Las iglesias se vuelven irrelevantes cuando ya no pueden conectarse con la próxima generación.
El desafío, entonces, es ajustarnos a dos normas a la vez: Predicar el evangelio que nunca cambia a una sociedad en constante cambio. Y constantemente repensar nuestra identidad, nuestro ministerio y nuestra misión, adaptándola a los contextos culturales.
Necesitamos nuevas cosmovisiones, nuevas voces, nuevas ideas, nuevas destrezas, y una renovación generacional en el liderazgo. Volver a recrear una cultura irresistible.
